Vuelve Sylvia Plath
Queridos lectores,
Hoy me gustaría dedicar este
espacio para hablar de una gran escritora a la que no todo el mundo conoce. Su
nombre es Sylvia Plath. Nació en Boston, en 1932, y ya mostró gran talento desde su
infancia. Publicó su primer poema con 8 años al poco de morir su padre, que fue
una figura clave de su poesía.
''Daddy, I have had to kill
you.
You died before I had time
Marble-heavy, a bag full of
God,
Ghastly statue with one gray
toe
Big as a Frisco seal''
Intentó suicidarse en su primer
año en la universidad, y su vida estuvo marcada por transtornos psicológicos y
depresiones. En Cambridge conoció al poeta Ted Hughes, con el que se casó en
1956. Finalmente, y tras años de engaño, su matrimonio acabó por las
infidelidades de su marido. Plath se decidió mudarse entonces a Londres con sus
dos hijos. El 11 de febrero de 1963 se suicidó
asfixiándose con gas en la cocina, estando sus dos hijos en la habitación contigua.
Dejó todas sus obras a su exmarido, al que se le acusa de intentar usarlas en
su propio beneficio, ya que, entre otras cosas supervisó
y editó la publicación de sus manuscritos, destruyendo el último volumen del diario de Plath, donde
trataba de su relación y del posible maltrato tanto psicológico como físico que él ejercía.
La vida de sus dos hijos han estado también marcadas por trastornos psicológicos; su hijo, maníaco depresivo se suicidó en 2009, y su hija subsiste a pesar de sus trastornos depresivos.
Destaca por su influencia feminista, ya que no quiso aceptar el rol que
la sociedad esperaba de las mujeres en su época, ''Líbreme de cocinar tres
veces al día, líbreme de la inexorable jaula de la rutina y la costumbre. Amo
la libertad. Deploro las restricciones y las limitaciones. Yo soy yo. Yo soy
poderosa. Creo que me gustaría llamarme: La chica que quería ser Dios ‘’. (La campana de cristal, 1963)
Su obra más destacada, publicada
bajo el seudónimo de Victoria Lucas, fue La
campana de cristal (The Bell Jar). El libro fue publicado en Estafos Unidos en 1971, ocho años después de la muerte de Plath. La obra trata de Esther (su alter ego) una joven universitaria que recibe una
beca en New York. Claramente estamos hablando de una obra que roza la autobiografía. Sin
intención de hacer spoiler, debido a la impresión que causa desde principio a
fin de la lectura, querría comentar, que es una lectura de inmersión total: la empatía
hacia Esther nos conduce por su vida, e incluso es capaz de transmitir el dolor
y la ansiedad de quién acaba en un hospital psiquiátrico. En palabras de Robert
Scholes publicadas en el New York Times Books Review, "esta novela
contempla la locura del mundo y el mundo de la locura y nos fuerza a considerar
el gran interrogante planteado por toda verdadera ficción realista: ¿qué es la
realidad y cómo enfrentarse a ella?".
El psicólogo James
Kaufman afirma que los poetas son más susceptibles de padecer enfermedades
mentales que otro tipo de escritores. Si esos poetas son mujeres, las
posibilidades son mayores. Kaufman se basa en un trabajo de investigación que
ha analizado la vida y la obra de más de mil quinientos escritores. Y el
psicólogo denominó a esa correlación como el «efecto Sylvia Plath».
Os dejo unas cuantas citas de la
obra:
''Tenía que estar tan emocionada como la mayoría de las demás chicas,
pero no lograba reaccionar. Me sentía muy tranquila y muy vacía, como debe de
sentirse el ojo de un tornado que se mueve con ruido sordo en medio del
estrépito circundante.’’
‘’Si ser neurótica es querer dos cosas mutuamente excluyentes a un mismo tiempo, entonces soy una neurótica perdida. Volaré de una cosa excluyente a otra y otra para el resto de mis días. ’’
‘’ El silencio me deprimía.
No era realmente el silencio. Era mi propio silencio. Sabía perfectamente que
los coches hacían ruido y la gente que iba dentro de ellos y la que estaba
detrás de las ventanas iluminadas de los edificios hacían ruido, y el ruido
hacía ruido, pero yo no oía nada. La ciudad colgaba en mi ventana, chata como
un cartel, brillando y titilando, pero muy bien podía no haber estado allí, por
lo que a mí concernía.’’
‘’Debe de haber unas cuantas cosas que un baño caliente no puede curar,
pero yo conozco muchas; siempre que estoy triste hasta morir, o tan nerviosa
que no puedo dormir, o enamorada de alguien a quien no veré en una semana, me
deprimo, pero sólo hasta el punto en que me digo: "Tomaré un baño
caliente". Medito en el baño. El agua tiene que estar bien caliente, tan caliente
que apenas se soporte el poner el pie dentro. Entonces uno se desliza
suavemente, hasta que el agua le llega al cuello.’’
Sylvia vuelve seis décadas después, vía Literatura
Random House, en una nueva traducción, a cargo de Eugenia Vázquez Nacarino, la
voz, en español, de Lucia Berlin. Y lo hace acompañada del inédito Mary Ventura
y el noveno reino, un relato que coquetea con lo fantástico y el terror. Mary es una joven que tiene que hacer un viaje en tren,
obligada por sus padres. El relato tiene un tono onírico, para entrar pronto en
un ambiente de pesadilla. Plath escribió este relato en los años cincuenta
Si tenéis curiosidad acerca de Sylvia, os dejo el link directo a la película que trata de su vida, Sylvia (2003) protagonizada por Gwyneth
Paltrow, Daniel Craig, Jared Harris y Michael Gambon. Cuenta la verdadera historia del
romance entre los poetas Sylvia Plath y Ted Hughes. La película comienza con la
reunión en Cambridge donde se conocieron ambos escritores, en 1956 y termina con el suicidio de Sylvia en su casa en Londres en 1963. Su hija, Frieda Hughes, opina de esta : ''Se les ha ocurrido hacer una película para aquellos
incapaces de imaginar su cuerpo, su cabeza en el horno, y luego la rebobinarán
para verla morir, una y otra vez''.
Concluyo con uno de mis poemas favoritos, que dice así:
''No quiero una caja sencilla, quiero un sarcófago
de atigradas rayas y un rostro pintado, redondocomo la luna, que mire, quiero
estar mirándolo cuando lleguen, escogiendo
entre minerales mudos, raíces.''
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